Susana Finquelievich
En la sociedad en la que vivimos, la información y el conocimiento tienen cada vez más influencia en el entorno educativo de los ciudadanos; sin embargo, los conocimientos tienen fecha de caducidad. La velocidad a la que se producen las innovaciones y los cambios tecnológicos exige actualizar permanentemente los conocimientos. El proceso educativo ha cambiado. Antes, una persona por las distintas etapas del sistema educativo, se formaba y podía iniciar su vida profesional, con los cursos de actualización ofrecidos en su ambiente profesional, se decía que estaba preparada.
En la actualidad, si no quiere quedarse obsoleta, debe continuar su aprendizaje a lo largo de toda la vida. "Desde este punto de vista, es inútil y contraproducente lamentarse nostálgicamente por la pérdida de terreno de los antiguos y probados sistemas educativos frente a los cambios que auguran las nuevas tecnologías. La evolución del sistema educativo no es previsible, dado que depende tanto de la evolución de los sistemas sociales en el que está inscripto como de las divergencias que puedan surgir en ellos". (Susana Finquelievich)
Sin embargo, hay que tener claro que las necesidades no son las mismas para un centro que sólo pretende formar a sus alumnos sobre TIC, que para un centro que aspira a integrar las TIC de forma transversal en la enseñanza de todas las asignaturas. "¿Qué tiene que ver esto con la prospectiva de la educación en la Sociedad Informacional? En que, según la teoría de Lemke, es probablemente una equivocación imaginar que el modo de "progresar" es educar a cada generación de acuerdo a sus predecesores y sentarse a esperar que innoven radicalmente los sistemas de desarrollo". (Susana Finquelievich)
Es preciso que los docentes conozcan las nuevas tecnologías y sus posibilidades, sobre todo en un campo en el que a menudo los alumnos saben más que sus profesores. Por último, muchos centros escolares, con la ayuda de las TIC, han ampliado el entorno educativo al permitir que los padres y colaboradores participen en la dinámica de los centros. Al mismo tiempo, el reporte de la UNESCO ya citado considera que las necesarias transformaciones han de fundarse en tres funciones primordiales a ser potenciadas por la educación: la adquisición, actualización y utilización de los conocimientos.
En efecto, el desarrollo de la sociedad de la información ha conducido a la vertiginosa producción y renovación de la ciencia y la tecnología, lo que exige que las personas sean capaces de obtener, seleccionar, procesar y aplicar esos grandes volúmenes de datos con vistas a su desempeño exitoso en los diversos espacios sociales. "El desarrollo científico y tecnológico, es uno de los factores más influyentes en la sociedad contemporánea. La Globalización Mundial, polarizadora de la riqueza y el poder, sería impensable sin el avance de las fuerzas productivas que la ciencia y la tecnología han hecho posibles. Los poderes políticos y militares, la gestión empresarial, los medios de comunicación masiva, descansan en gran parte sobre pilares científicos y tecnológicos, también la vida del ciudadano común, está notablemente influido por los avances tecno científicos" (Jorge Núñez)
El desarrollo integral del hombre debe tener en cuenta los componentes del organismo social que actúa de manera directa o indirecta en la formación de su personalidad, la influencia de la tradición nacional, las particularidades de la sicología social así como los factores económicos que pueden incidir en su formación.
A partir de la Declaración de Jomtien, en relación con las necesidades básicas de aprendizaje, se redimensiona el concepto de desarrollo humano y se hace más integral al tener en cuenta la educación como un satisfactor de carácter interno, consustancial a la esencia del ser humano, que puede a su vez ser inducido y potenciado de forma externa. O sea, se concibe a la educación como exploración y como búsqueda constante de conocimientos y desarrollo y puede potenciar un proceso intrínsecamente generador de transformación y de vida consustancial al desarrollo humano. La educación es una de las expresiones más refinadas de humanidad y humanización porque las nuevas generaciones reciben destrezas y conocimientos que los capacitan para desempeñarse como entes sociales.
En la medida en que aumenta el potencial humano, genera riquezas en todos los sentidos, por ello la educación se considera un derecho humano por excelencia. Por eso José Martí la caracteriza entre otras formas como el derecho que tiene todo hombre al venir a la tierra, pero no lo deja allí, plantea que tiene en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás como reflexión y profundización axiológicas básicas. Por conclusión, dejaría que debemos tener el compromiso de por lo menos ir acumulando conocimiento, para estar a la vanguardia de las TIC, y no dejar el aprendizaje, porque considero que es una herramienta propia de la profesión y un gran compromiso.
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